Alava en Waterloo (#120)
Arenas ha escrito, de manera magistral, la crónica pormenorizada y dramática de la batalla más famosa de la historia moderna.
Me tomó dos meses y medio concluir la lectura de las más de 1200 páginas de Álava en Waterloo (Edhasa), de Ildefonso Arenas. No porque se trate de una novela de difícil lectura o que su abultado número de páginas la ralentice. Al contrario, al llegar a su última página a uno le queda la sensación de que el autor todavía podía decirnos más (o queremos que nos diga más) sobre sus personajes y sus vicisitudes, aunque ya lo haya dicho todo. En todo caso, la lectura de esta magnífica muestra de narrativa histórica me ha servido para preguntarme, una vez más, en qué consiste o qué es una novela histórica. ¿Es Álava en Waterloo una novela histórica en sentido estricto? ¿O solo es una excelente muestra de historia o crónica novelada? Los errores o imprecisiones de la novela, ¿son errores o licencias que una obra literaria permite y que no desaprovecha el autor? ¿Es historia, entonces, lo que cuenta? ¿O es novela, o sea ficción, lo que encontramos en sus páginas?