‘El María Moliner’ (#181)
De este diccionario García Márquez dijo que es el “más completo, más útil, más acucioso y más divertido de la lengua castellana”. Y no le faltaba razón para decirlo.
«El ‘María Moliner’, ¿es el mejor diccionario? ¿Cuál es su última edición? ¿Dónde puedo comprarlo?».
No es la primera vez que me lo preguntan, y siempre que puedo respondo del mejor modo: es decir, desde mi experiencia como usuario y amante de este fascinante libro.
Diccionarios hay muchos y muy buenos. Está éste y el de Julián Casares, Manuel Seco o el más reciente de ellos, el utilísimo Combinatorio Práctico del Español Contemporáneo, que los pueden encontrar en muchas librerías, en ediciones modernas los más veteranos. Pero si lo que desea son libros o ejemplares de segunda mano (y, por lo tanto, más baratos), las librerías de Quilca o la feria de libros de Amazonas, los venden. Todos ellos. Solo es cuestión de caminar un poco. Sin embargo, me creo en la obligación de decir algo sobre el de María Moliner.
Como dije, es posible, buscando, encontrar ejemplares de este magnífico diccionario en Quilca o Amazonas, pero lo que van a encontrar es la versión moderna o ‘actualizada’ que de él hizo la editorial tras la muerte de la autora y que, como saben algunos, desfigura por completo (o cambia, si lo quieren ver de un modo más positivo) la versión original que ella redactó. Esto dio pie a un sonado juicio entre los herederos de Moliner y la editorial que ganó esta última. Es por eso por lo que las versiones modernas (que encontramos en librerías) es la preponderante y que es distinta a la original. Y es esta edición la que es difícil encontrar. A mí me tomó ocho años encontrar una y lo festejé como si hubiera tenido otro hijo cuando ocurrió. Ambos diccionarios –es decir, ambas versiones– son útiles y valiosos, pero es cuestión de cómo o para qué lo utilice –como simple consulta o para corregir un texto ajeno o escribir un cuento o una novela– lo que determinará por cual de ellas se decante. Yo solucioné este dilema de la manera más práctica: tengo ambas. Y las dos de segunda mano y en perfectas condiciones compradas una en Quilca y la otra en Amazonas. ¿En qué consisten esas diferencias entre una edición y otra edición? Básicamente en lo siguiente.
En vida, Moliner se encargó de revisar y actualizar su diccionario; es decir, no lo dejó como estaba el día en que lo publicó por primera vez, lo revisó mientras pudo para cada nueva reedición (se hicieron varias antes de su muerte). Uno puede comprobar esto, por ejemplo, revisando la acepción 'bikini' de la primera edición y compararla con la que presentan ediciones posteriores (asunto sobre el que escribieron Cercas y García Márquez de manera muy jocosa ambos).
Otro asunto para tener en cuenta es que la edición original incluye artículos de fondo, textos de gramática que amplían o complementan la definición de alguna palabra (como la que viene posterior a la acepción 'artículo'), y que iban después de cada voz o lema, según fuera el caso. Lo que hizo la editorial en ediciones posteriores fue mover todos estos textos al final y presentarlos como apéndices.
Otro cambio sustancial es que Moliner ordenó las palabras según la raíz o familia de palabras. La editorial, cuando 'actualizó' el diccionario, lo que hizo fue disponerlas en orden alfabético, como cualquier común diccionario. Esto también rompía el espíritu con el que concebía su diccionario la autora. Esto, en sí mismo no es tan grave, pero como anotó García Márquez, lo que hacía al diccionario de la Moliner era convertirlo en uno pensado para escritores antes que para usuarios comunes. Pero en esencia, como han comentado muchos, se trata del mismo diccionario, solo que con la disposición de materiales presentados de un modo distinto a cómo lo hizo la autora originalmente. Por decirlo de un modo un poco forzado, el mismo extraordinario y utilísimo diccionario, solo que con dos presentaciones distintas. Así de simple.
¡Qué tengan buenas lecturas!