Algo que suelen preguntarme con mucha frecuencia es con qué clásico empezar a leer a los clásicos. Yo siempre respondo lo mismo: con cualquiera, lo importante es que empiece. Ante la insistencia no me queda otra salida que mencionar los títulos, los 'clásicos' que a mí me cambiaron la vida, los que me hicieron abrazar la literatura como una forma de vida y, en algún momento, acariciar la idea de ser escritor también. Pero en cuanto menciono a Guerra y paz o Los hermanos Karamazov, me retrucan: «¡No, pues! Libros más fáciles, más sencillos. ¡Y más cortos!». Entonces les sugiero Pulgarcito, que también es un clásico.
© 2025 Jorge Moreno Matos
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