Primera visita a la Feria Ricardo Palma 2024 (#205)
Primera lista de recomendaciones para la última cita del año con los libros.
Luego de una primera incursión en la Feria del Libro Ricardo Palma el último sábado, y luego de revisar las novedades que aterrizaron en nuestra mesa de trabajo, podemos compartir con ustedes nuestra primera lista de sugerencias para esta feria. ¡Tomen nota!
1. Atusparia (Random House), de Gabriela Wiener. La primera incursión en la ficción de una escritora que ha descollado en la no ficción y en la que es autora de títulos que son verdaderos referentes de ese género. Atusparia es, en ese sentido, más el objeto de un interés por el nuevo rumbo y la apuesta de una escritora consagrada que no necesita demostrarle nada a nadie y de lo que esta novela es la mejor prueba. Una excelente prueba.
2. Niños del pájaro azul (Alfaguara), de Karina Pacheco. La autora es, con seguridad, una de nuestras narradoras más leídas y con obra más sólida entre las actuales, y por eso mismo no decepciona en este conjunto de siete relatos que confirman todo lo anterior y sobre todo ese universo literario tan propio y reconocible en su escritura. No es su mejor libro, pero sí un gran libro.
3. Camarada bailarina. Memorias de una generación derrotada (Random House), de Roger Santiváñez. Como todo libro de Memorias, este libro concita más el interés por lo que cuenta que cómo lo cuenta. Pero Santiváñez, que en este libro no sólo es un memorioso acucioso e inteligente sino también uno de nuestros mejores poetas de la Generación del 80, logra que el cómo sea un despliegue brillante y cautivante sobre un tiempo que no tiene nada de cautivante y sí mucho de repelente. Un “ejercicio de la memoria” que atrapa al que lo empieza a leer. Camarada bailarina es uno de los mejores libros escritos desde la intimidad sobre un tiempo convulso, atroz y de infeliz recordación.
4. El copista (Debolsillo), de Teresa Ruiz Rosas. Treinta años después de su publicación original (ignoro si hubo otra edición posterior a la de 1994), se rescata esta magnífica novela corta policial en clave erótica que es, asimismo, una auscultación de las taras que también nos carcomen como sociedad (hasta ahora). Es, si mal no recuerdo, la primera novela de la autora que luego desarrolló una brillante carrera literaria, así que el interés en ella es doble. Triple, si atendemos al hecho de que es una excelente muestra de su obra.
5. Biografías falaces (Debate), de César Hildebrandt. Ya tuvimos oportunidad de comentar (y recomendar) este libro, así que lo único que podemos agregar ahora es que es, será, uno de los libros del año. El Hildebrandt más cáustico, más inteligente y el más polémico, y por lo mismo el más peligroso para los poderosos, es el que escribe estas páginas rebosantes de ironía e irreverencia. De ahí su enorme interés y valor.
6. Tu ausencia ha sido causa para todo esto. Cartas de amor y de guerra (Debate), de Charles Walker, ed. Walker es, con seguridad, quien mejor conoce actualmente los pormenores de la rebelión de Túpac Amaru y el que más ha hecho en nuestro tiempo para que el resto la conozca mejor (en ese sentido, es autor de un clásico moderno de nuestra historiografía que ya va por su tercera edición), recurriendo incluso al cómic para ello. El libro que ahora publica reuniendo las cartas de Micaela Bastidas, su esposa; Tomasa Tito Condemayta, una de las lideresas de la gran rebelión, y del propio Túpac Amaru escritas en el contexto de la guerra es el perfecto corolario de una vida dedicada a desentrañar un personaje, su época y sus protagonistas. Desde este punto de vista, las cartas reunidas en este libro resultan muy reveladoras de la psicología de sus autores, de sus sentimientos, afectos, temores y frustraciones, así como también de las disputas internas en la rebelión, sus marchas y contramarchas y del papel de las mujeres en el liderazgo de esta. Definitivamente, un libro que todos deberíamos leer.
7. Cuerpos vulnerados. Servidumbre infantil y anticlericalismo en el Perú (1840-1920) (Taurus), de Marcel Velázquez. Marcel Velázquez, uno de nuestros intelectuales e investigadores más brillantes, ha escrito tal vez su libro más importante. Algo digno de resaltar si reparamos en el hecho de que es autor de libros que ponen de manifiesto su enorme conocimiento sobre el siglo XIX peruano y que Cuerpos vulnerados confirma. Decir que el libro trata sobre la servidumbre infantil indígena y sobre el anticlericalismo como fenómeno histórico en el Perú es quedarse corto en su descripción. El libro es en realidad una muestra sorprendente de una historia cultural (y social, por supuesto) como pocas veces se ha escrito entre nosotros. Es, en ese sentido, un libro apabullante por la calidad y cantidad de fuentes que utiliza y que para quien acostumbra a leer libros de historia de calidad resultará un deleite su lectura. Un libro admirable que tiene el pequeño defecto de no contar con un índice más amigable con el lector, uno que no sea un simple Capítulo 1 y Capítulo 2.
8. La vida adulta (Random House), de Sergio Llerena. Al momento de escribir esta nota, he empezado la lectura de esta novela y avanzo en sus páginas, cauto y atento a lo que me espera en cada nuevo capítulo, con la convicción de que lo que venga en los próximos días no me decepcionará, pero que dejará hondas huellas en mí como padre, como hijo, como ser humano que no es indiferente al dolor ajeno, a las heridas de otros. La paternidad que aquí explora Llerena es una que me hace cuestionar la mía propia, la relación conflictiva con mi padre, mi humanidad toda por la capacidad que tenemos de herir a los nuestros. Cuesta decirlo, pero La vida adulta es un libro hermoso siendo tan duro como es.
9. Intermezzo (Random House), de Sally Rooney. Hace años una amiga me presto un libro (Gente normal) que, a insistencia suya (soy muy poco dado a los best sellers), leí con cierta aprensión. Al final quedé satisfecho con la novela y con ganas de leer más de la autora, algo que recién he podido hacer ahora con Intermezzo, la nueva novela de Sally Rooney. Es una obra que confirma su talento como narradora y como creadora de ambientes íntimos, diálogos y relaciones interpersonales fácilmente reconocibles por el lector. Un bonito libro para regalar.
10. Un animal salvaje (Alfaguara), de Jöel Dicker. Soy de los que creen que presentar a Dicker (o recomendarlo) es tarea riesgosa si tienes aversión a los lugares comunes, las frases clichés o los elogios baratos o simplones. Es un autor del que sí se puede decir con seguridad que nunca decepciona y que leerlo es tiempo bien invertido si lo que busca es una lectura que te sorprenda, mantenga alerta tu atención de lector curtido y, sobre todo, no decepcione con un final que viste venir o era necesario. Y ahora mismo me doy cuenta de que todo esto que he escrito es común decirlo sobre él y sus novelas. Tal vez sólo debí escribir ¡léanlo!
¡Qué tengan buenas lecturas!
¡Y nos vemos en la Feria!