Yo, como decía Eduardo Mendoza, «si tuviera que llevarme un solo libro a una isla desierta, preferiría ahogarme en el naufragio». Ahogarme con ellos, se entiende.
Excelente, Jorge. Por aqui a leitura também é definidora da minha existência. E a biblioteca também se divide entre meu apartamento e os livros que deixei e levo para meus pais.
Totalmente de acuerdo e infectado impunemente a la fecundidad de la lectura, porque entre líneas se pasa la vida, superamos obstáculos hojeando páginas, en el sorteo de la vida, la lectura acompasa el destino de las personas. No queda nada más que decir, feliz de esta impunidad literaria y salud por los que quedan por leer y releer.
Plenamente de acuerdo con el autor, salvo en un extremo: el final de los libros siempre es una librería de viejo. Me lo decía un compañero de trabajo, mucho mayor que yo y aficionado a los libros también. Y a medida que voy cumpliendo años, lo tengo más claro. Quizá no por "malicia" de nuestros herederos, sino por falta de interés en la materia de muchos de los libros o falta de espacio. El futuro no es de libros de papel, por lo que nuestras bibliotecas tienen los días contados (los de nuestra vida y un poco más). Un cordial saludo
Excelente, Jorge. Por aqui a leitura também é definidora da minha existência. E a biblioteca também se divide entre meu apartamento e os livros que deixei e levo para meus pais.
Abração.
Totalmente de acuerdo e infectado impunemente a la fecundidad de la lectura, porque entre líneas se pasa la vida, superamos obstáculos hojeando páginas, en el sorteo de la vida, la lectura acompasa el destino de las personas. No queda nada más que decir, feliz de esta impunidad literaria y salud por los que quedan por leer y releer.
Plenamente de acuerdo con el autor, salvo en un extremo: el final de los libros siempre es una librería de viejo. Me lo decía un compañero de trabajo, mucho mayor que yo y aficionado a los libros también. Y a medida que voy cumpliendo años, lo tengo más claro. Quizá no por "malicia" de nuestros herederos, sino por falta de interés en la materia de muchos de los libros o falta de espacio. El futuro no es de libros de papel, por lo que nuestras bibliotecas tienen los días contados (los de nuestra vida y un poco más). Un cordial saludo