Las 12 mejores novelas peruanas del 2024 (#214)

Entre reediciones esperadas y novedades, estas son nuestras recomendaciones de novelas peruanas para regalar en Navidad.

Lo hemos dicho antes: hay ocasiones en que una reedición es toda una novedad. Es el caso de la reciente edición de La violencia del tiempo por Alfaguara que encabeza nuestra lista de recomendaciones de Las mejores novelas peruanas del 2024 que podemos regalar estas navidades. Y mañana, ¡los mejores libros peruanos de Historia!

1. La violencia del tiempo (Alfaguara), de Miguel Gutiérrez. Leí esta asombrosa novela en su edición primigenia que de ella hizo Carlos Milla Batres en 1991. De esa lectura guardo un difuso recuerdo, salvo el hecho de que luego me enteré de que la versión original había sufrido mutilaciones por parte del editor temeroso o preocupado por el compromiso político del autor que se transparentaba en la novela. Mucho tiempo después la leí (o intenté leerla) en la edición popular que publicó Debolsillo, pero su tipografía era tan pequeña y la novela tan voluminosa para una edición de bolsillo que desistí de su lectura en las primeras doscientas páginas. Esta edición que ahora publica Alfaguara en versión definitiva es, por lo señalado, una auténtica novedad, un acontecimiento literario en toda regla. Se trata de una novela épica, majestuosa, monumental y ambiciosa, y, por lo mismo, una de las grandes obras maestras de la literatura peruana del siglo XX. La trama de esta, una afrenta familiar que se dirime a lo largo de varias generaciones, apenas si es el hilo conductor de todo el entramado político, social y cultural que sus más de mil páginas encierran. Constituye, como dije, un acontecimiento su publicación y casi un deber moral (casi patriótico) leerla. La clase de novela que cualquiera de ustedes debería regalarse a sí mismo. Una auténtica joya.

2. Vocación (Peisa), de Luis Hernán Castañeda. Vocación es, definitivamente, la novela de un mago (o, por lo menos, de alguien que se parece bastante a uno) de la literatura. Una novela extraordinaria, verdaderamente extraordinaria que pone de manifiesto la habilidad de su autor para incordiar con ternura, con palabras, zaherir con estilo y elegancia y burlarse de sí mismo y de los demás. Esta suerte de novela de aprendizaje es el relato de un viaje a la adultez que nadie, absolutamente nadie, debería perderse.

3. La novela liberada (Narrar), de Víctor Ruiz Velasco. Una novela maravillosa. Mejor dicho, una nouvelle, porque en realidad se trata de una obra en formato menor de apenas 135 páginas que tienen la enorme virtud, apenas das cuenta de la última, de llevarte a la primera para empezar otra vez. Algo que solo ocurre con las buenas novelas. ¿Qué es lo que hace tan buena a esta no-novela? Pues que en ella aparentemente no ocurre nada cuando en realidad está sucediendo todo, conmocionándolo todo. Todo lo que creemos saber sobre la novela y el arte de escribir una.

4. Atusparia (Random House), de Gabriela Wiener. La primera incursión, con buen pie, de nuestra mejor cronista, en el campo de la ficción. Con una obra que es, en cierto modo, por las claves autobiográficas que desliza en ella, una ajuste cuentas con el pasado, con la historia, con la memoria. Una novela, como dice su contratapa, exquisita; satírica, autoficcional y ligeramente futurista, rompedora. O sea, una obra con sus merecimientos.

5. Vida animal (Seix Barral), de María José Caro. Lo primero que uno aprende tras leer esta estupenda novela es que no hay que escribir 500 páginas para decirlo todo (o decir todo lo que un autor o autora quiere decir) sobre la amistad, el paso del tiempo, el difícil arte de volverse adulto y de que no hay nada más difícil en la vida que un día de nuestras anodinas vidas. Y que quien dijo aquello de que "la infancia es la patria del hombre” (o de cuatro jovencitas a punto de dejar de serlo) fue un genio. Rotundamente lo digo: una novela estupendamente escrita.

6. Madre de Dios (Tusquets), de Andrea Ortiz de Zevallos. Un thriller de los buenos. De esos que cuentan una historia cuando en realidad esconden otra. Una novela en la que el duelo, el dolor por la tragedia propia y ajena, la rabia ante los crímenes impunes contagia, sublevan al lector. Cualquier obra como esta que supere la valla de la lectura para entretener para alcanzar la de la lectura para pensar merece el calificativo de soberbia.

7. Elogio del asterisco (Peisa), de Leonardo Aguirre. ¿Qué puedo decir de la novela de Leonardo Aguirre que no haya dicho antes? ¿Qué se trata de un breve tratado filológico popular? ¿De un artefacto literario notable? ¿Qué es subversivo porque lo primero que subvierte es el lenguaje cómodo y fácil en el que se ha encasillado cierta literatura comercial y buenona? No contento con esto, subvierte el estatus sagrado que algunos le confieren a la palabra para convertirla en arma mortífera, cachacienta y transgresora. Cuidado a quien se lo regala porque como dije, es peligroso. Cachacientamente peligroso.

8. La vida adulta (Random House), de Sergio Llerena. Una obra que deja hondas huellas en quien la lee en su condición de padre, de hijo, de ser humano que no es indiferente al dolor ajeno, a las heridas de otros. La paternidad que aquí explora el autor es una que me hace cuestionar la mía propia, la relación conflictiva con mi padre, mi humanidad toda por la capacidad que tenemos todos de herir a los nuestros. Cuesta decirlo, pero La vida adulta es gran un libro siendo tan duro como es.

9. El espía continental (Planeta), de Hugo Coya. Auspicioso debut en la novela de Hugo Coya, autor de los mayores bestsellers de no ficción entre nosotros, con una novela histórica que va más allá de esta etiqueta para convertirse en un capítulo de la historia política de este continente.

10. Nuestros venenos (Peisa), de Augusto Effio. El suicido del expresidente Alan García sirve de pretexto o marco para hablar de aquello que carcome a este país, de sus vicios más vergonzosos, el submundo del hampa, la corrupción galopante, de la violencia enquistada. Esta novela es un viaje, una crónica en torno a lo que ha terminado convertido nuestro país, nuestra política, nuestra sociedad. Una lectura imperdible.

11. Anticipación (Planeta), de Carlos Arámbulo. Una firme incursión en la ciencia ficción con ribetes de novela policial, o una novela policial que transcurre en el futuro; sea cual sea la forma en que aborde esta novela el lector, no saldrá decepcionado por una acción trepidante y un final convincente.

12. Se hace otoño (Seix Barral), de Sussane Noltenius. Una hermosa novela sobre el autoconocimiento y la capacidad que tenemos de empezar de nuevo.

¡Qué tengan buenas lecturas!

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