45 recomendaciones para el Día del Libro (#261)
Una amplia y variada lista de posibilidades donde encontrar el libro ideal para regalar o para autorregalarse este 23 de abril.
Novela, cuento, ensayo, Historia (con mayúsculas, porque es de la mejor) y no ficción. Seleccionamos 45 títulos entre las novedades de este año (y alguna del 2024) para escoger entre ellas el regalo perfecto para este 23 de abril, Día Internacional del Libro. (En la prelación hay un ligero gusto u orden personal de preferencia, pero no estoy seguro).
Cuento:
1. Un nombre para tu isla (Páginas de espuma), de Katya Adaui. De la autora se puede decir que es la mejor (o una de las mejores) cuentistas peruanas actuales y de los siete cuentos de este libro que son siete piezas de relojería narrativa. Pero tal vez lo único que haya que decir es que es el mejor libro que usted puede regalar (o autorregalarse) este 23 de abril. Así de simple.
2. El buen mal (Random House), de Samanta Schweblin. Seis estupendos cuentos que confirman el enorme prestigio de esta escritora argentina y que son, asimismo, una muestra extraordinaria de cómo una escritora como Schweblin puede incluso superarse a sí misma.
3. No podemos explicar por qué lloramos (Seix Barral), de Giovana Pollarolo. No sé si la autora de estos cuentos ha escrito su mejor libro o si éste confirma que Pollarolo, la poetisa, la guionista, es, ante todo, una narradora muy diestra y muy dueña de sus recursos y temas. Lo que sí sé es que este es un libro que todos deberíamos leer si disfrutamos una historia bien contada y con mucho arte.
4. Tierra de canes (Alfaguara), de Carlos Enrique Freyre. En rigor este libro es una novela y no uno de cuentos, pero he preferido colocarlo aquí porque cada uno de los relatos que lo componen se puede leer independientemente del resto. Usted puede abrir el libro en cualquier página e ir hacia atrás o hacia adelante, y encontrará la misma historia de horror, violencia y muerte que significó la conquista de América. Un librazo, tal vez el mejor que ha escrito su autor.
5. Los inocentes (Sudamericana), de Selva Almada. Los seis breves cuentos de este libro no solo es el retorno de la escritora a un género que maneja muy bien sino también un regreso a esa «patria del hombre» que es la infancia. Un retorno desprovisto de toda edulcoración como son los verdaderos retornos a las raíces y en los que se advierten la innegable impronta de Horacio Quiroga.
Novela:
6. Minimosca (Peisa), de Gustavo Faverón. De lejos, y hasta el momento, la mejor novela peruana del año y una de las mejores a nivel hispanoamericano. La novela total que todo escritor desea escribir alguna vez y todo lector presume de haber leído; porque como ocurre con las grandes novelas (y Minimosca lo es), es un reto para quien la lee. No por difícil o extensa, sino porque es un artefacto y artificio literario prodigioso que es muchos libros a la vez, muchas voces a la vez. Una proeza narrativa que coloca a su autor entre los grandes novelistas contemporáneos.
7. Los náufragos del Wager (Random House), de David Grann. Si con Z, la ciudad perdida (2017), primero, y Los asesinos de la luna (2019) luego, Grann consiguió convencernos de su talento narrativo, con este alcanza cotas insospechadas. Su libro es uno que a ratos es historia, otros periodismo, se lee como novela histórica, pero en esencia es, sino la mejor una de las mejores muestras de lo que se ha dado en llamar true crimen histórico. ¡Un librazo!
8. Hasta que empieza a brillar (Alfaguara), de Andrés Neuman. Extraordinaria, bella, emotiva, cautivante, el mejor homenaje a una mujer que los merece todos. Esta biografía novelada de doña María Moliner y su historia y la de su Diccionario (que al caso son la misma cosa) es lo mejor que uno puede leer para amar aún más un libro que ya se ama tanto como lo es el Diccionario de uso del español.
9. Arderá el viento (Premio Alfaguara de novela 2025) (Alfaguara), de Guillermo Saccomanno. Uno de los mejores premios Alfaguara de novela de los últimos años y una confirmación de que la novela goza de buena salud por esa forma tan original de contar una historia que estremece como encandila pese a esos puntos oscuros (o tal vez por eso mismo) que todo persona, grupo o sociedad mantiene oculta o soterrada y que afloran cuando un elemento nuevo o extraño viene a alterarlo todo.
10. Canon de cámara oscura (Seix Barral), de Enrique Vila-Matas. ¿Metanovela? ¿Metaliteratura? No estoy seguro de qué clase de libro es este, de lo que sí estoy convencido, pese a los muchos datos escondidos que el autor sabe ocultar bien, que se trata de un gran libro que todo amante de los libros no puede dejar de leer. Desde Bartleby y compañía que no disfrutaba tanto de un libro de Vila-Matas.
11. Animales difíciles (Seix Barral), de Rosa Montero. Ocurre que incluso al mejor cazador se le escapa la presa. Yo ni idea de que Rosa Montero era autora de esta serie distópica compuesta por tres novelas anteriores (Lágrimas en la lluvia, El peso del corazón y Los tiempos del odio), protagonizada por una detective tecnohumana, que con Animales difíciles vengo a descubrir. Mi mejor y más estupendo descubrimiento literario en lo que va del año.
12. Por si un día volvemos (Planeta), de María Dueñas. La historia del colonialismo francés en África, y asimismo la de la emigración española en Argelia, contada en clave de novela y en donde la historia es la verdadera gran protagonista. Una de las mejores novelas históricas en lo que va del año.
13. Los lobos del bosque de la eternidad (Anagrama), de Karl Ove Knausgård. Yo aún tengo pendientes cuatro de los seis volúmenes de la magistral autobiografía de este notable novelista noruego, que Los lobos del bosque de la eternidad, que estoy leyendo, me apremian a leer de una vez por todas. Porque una y otra son historia, memoria, gran literatura.
14. Cantan al hablar (Seix Barral), de Zoila Vega Salvatierra. Con este libro, una historia coral a seis voces contada por seis inusuales protagonistas, la autora entrega una historia familiar, local, íntima, tan bien contada que la vuelve universal, reconocible para muchos de nosotros porque es nuestra propia historia.
15. La muy catastrófica visita al zoo (Alfaguara), de Joël Dicker. Un libro pensado (y escrito) para toda clase de público y edad y en donde el autor pone al servicio de una historia encantadora todo su talento. Un libro del que tal vez la mejor lección que sacamos es la de que «en el fondo, las personas son como las estrellas: tienes que mirarlas atentamente para darte cuenta de lo mucho que brillan».
Ensayo:
16. El orden tutelar. Sobre las formas de autoridad en América Latina (Taurus), de Guillermo Nugent. Es muy poco probable que el libro de Guillermo Nugent alcance algún lugar entre los mejores libros del año. O que ocupe los primeros puestos en las listas de los más vendidos. Porque en un país tan poco dado a la lectura y que menosprecia la inteligencia, un libro como este, que desborda ideas e inteligencia, resulta incómodo, suele ser silenciado, ignorado. Pero son ensayos como estos los que nos liberan (o ayudan a hacerlo) de nuestras taras y a superar nuestras debilidades. Sin la menor duda, el mejor ensayo peruano del año. Hasta ahora.
17. Un millón de cuartos propios (Paidós), de Tamara Tenenbaum. Una estupenda (y larga) reflexión sobre la situación de la mujer en el mundo que en nada se parece a los panfletarios manifiestos feministas o cosa que se le parezca. En este libro, que parte del famoso libro de Virginia Wolf, la autora habla de los problemas del presente y lo hace con maestría, sin agobiar al lector con una retórica que ha perdido mucha de su fuerza y sentido. Este libro la recupera de modo estupenda.
18. Un detalle siniestro en el uso de la palabra fascismo. Para qué no sirve la historia (Anagrama), de Santiago Gerchunoff. Para qué no sirve la historia (Anagrama), de Santiago Gerchunoff. Hace tiempo escribía que todos, de izquierda, derecha o cualquier lado, denunciaba como fascista aquello que lo incomodara o no fuera útil a sus intereses. ¡Hasta los fascistas denunciaban como fascistas a quienes los criticaban! Este maravilloso libro viene a aclarar las cosas de modo magistral. En eso consiste su enorme utilidad.
19. El legado de la esclavitud. Cómo recuerda Estados Unidos su pasado más cruel (Capitán Swing), de Clint Smith. Un libro extraordinario, comparable solo a Marcados al nacer. La historia definitiva de las ideas racistas en Estados Unidos (Debate), de Ibram X. Kendi; y como este, uno que cuestiona críticamente su pasado esclavista. El de Smith es un recorrido por la historia de Estados Unidos a partir de monumentos y lugares que acostumbran ocultar, negar o edulcorar esa misma historia.
20. Esclavos del algoritmo. Manual de resistencia en la era de la inteligencia artificial (Debate), de Laura G. de Rivera. ¿Por qué las grandes corporaciones tecnológicas fomentan el uso de sus plataformas a niveles casi enfermizos? Ahora que hemos visto a los tres grandes magnates de la tecnología celebrando, casi apadrinando el regreso del inefable Trump a la Casa Blanca, la lectura de un libro como este se hace necesaria, urgente y vital..
Historia:
21. Perú global. Explicar el Perú con el mundo. Vol. 1 (Crítica), de Adrián Lerner y Alberto Vergara (eds.). Un libro que reúne 22 ensayos o investigaciones notables que abordan una diversidad de épocas y temas de la historia o cultura peruana desde esa perspectiva global. O sea, como explican los propios editores, 22 trabajos que constituyen «un esfuerzo por comprender el Perú a través del estudio de las interconexiones entre la historia mundial y la peruana». O sea, «explicar al Perú en el mundo y explicarlo con él y a través de él». El mejor libro peruano de ciencias sociales en lo que va del año.
22. Las cartas de Fernando Túpac Amaru (Isole), editado por el Grupo Isole. La publicación de las cartas (dieciséis de ellas inéditas) y la documentación anexa no solo son un acontecimiento editorial sino también el testimonio, dramático y veraz, de la azarosa vida breve (murió a los treinta años, luego de casi dieciocho años de prisión, primero, y destierro forzoso después) del último vástago del inca rebelde, de su trágico sino. Un libro que nos demuestra, además, que la lectura y escritura de la historia también puede ser comprometida y militante sin faltar a la verdad histórica.
23. El mundo que forjó la peste (Desperta Ferro), de James Belich. Una brillante e impresionante investigación que ofrece nuevas miradas a un tema harto visitado, pero que en la interpretación de Belich ofrece una lectura completamente nueva y renovada de la historia mundial en 750 memorables páginas.
24. Azúcar. Una historia de la civilización humana (Ariel), de Ulbe Bosma. Otro magnífico libro de historia. Como antes con el algodón, la lana de oveja o el chocolate, ahora es el turno de la historia del producto que ha moldeado la historia del mundo y en particular la del mundo moderno. Una historia global que no decepcionará a nadie por ese enfoque visión totalizante con que aborda el tema.
25. Franco (Crítica), de Julián Casanova. La mejor manera de presentar o recomendar esta magistral biografía es diciendo que se trata del retrato de un Franco del siglo XX para lectores del siglo XXI; o sea, desprovisto de todos esos elementos, a favor y en contra, que han caracterizado las biografías anteriores, con nuevos elementos de juicio que casi le permiten al lector afirmar que sí, que tal vez estemos ante la biografía definitiva del dictador español.
No ficción:
26. El reverso de la utopía. América Latina y Oriente Medio (Obra periodística Vargas Llosa III) (Alfaguara), de Mario Vargas Llosa. Tercera entrega de la obra periodística de Vargas Llosa, recientemente fallecido, compilada por Carlos Granés, alguien que sabe lo que hace y conoce bien el tema, lo que en buena cuenta significa que se trata de una selección tan exhaustiva como minuciosa. Este tercer tomo reúne las notas periodísticas del escritor sobre América Latina y Medio Oriente como tema de fondo.
27. Calle Londres 38. Dos casos de impunidad Pinochet en Inglaterra y un nazi en la Patagonia (Anagrama), de Philippe Sands. Un brillante libro que demuestra por qué Sands es hoy, no solo el acucioso y empecinado investigador en llevar ante los tribunales a los criminales guerra nazis, sino el escritor que ha sabido combinar a la perfección el testimonio de ese afán con la historia, la memoria, el periodismo. Este libro sobre el caso Pinochet en Londres (en el que fue testigo y protagonista en la primera línea), es el corolario inmejorable para quienes leímos Calle Este-Oeste (2017) y Ruta de escape (2021).
28. Mario Vargas Llosa: palabras en el mundo (Alfaguara), de Alonso Cueto. Este es, tal vez, el mejor de los ensayos literarios que ha escrito Alonso Cueto. Y lo es por ese enorme conocimiento que tiene y pone en evidencia de una obra que ha sido tan fundamental para él como para otros escritores. Si quiere una buena introducción a los temas, recursos, fuentes de inspiración, técnicas y procedimientos que cimentaron la obra de Vargas Llosa, este es el libro que busca, que necesita.
29. Vargas Llosa, su otra gran pasión (Planeta), de Pedro Cateriano. Testimonio de una amistad de décadas, crónica política de un Perú que pudo ser, un rosario de anécdotas conocidas, otras no tanto y el esclarecimiento de muchas. Pero, sobre todo, una pormenorizada narración de una vida que se nutrió de literatura, pero que no fue ajena, en lo más mínimo, a la política y a los reveses o disgustos de esta. Un libro utilísimo por la cantidad de información novedosa que proporciona sobre nuestro único premio Nobel en aspectos o facetas poco conocidas por el público. En definitiva, un libro con el que uno puede disentir en poco o mucho, pero que en modo alguno le resta el enorme valor e interés que tiene.
30. La verdad nos hizo libres. Historia de los abusos y de la caída del Sodalicio (Debate), de Pedro Salinas. El libro, tal vez definitivo, sobre el caso de abuso que en los últimos años conmocionó a la opinión pública peruana que resume años de investigación, denuncias vergonzosas de abuso y un acoso judicial amedrentador que el autor supo enfrentar. Pero, ante todo, un documento, un testimonio, un alegato irrefutable y valiente del derecho a la libertad de expresión en este país.
31. Trabajos gastronómicos. Crónicas, ensayos, entrevistas y muchísimo más (Vulgata), de Rodolfo Hinostroza. Un libro precioso, entretenido de la primera a la última página y que nos devuelve (rescata, sería mejor decir) al Hinostroza que todos extrañamos: el sibarita cultor de la buena mesa y la exquisita prosa.
32. Termina tu tesis. Cinco consideraciones y trece pasos (y dos anexos sobre vocabulario básico y uso de inteligencia artificial) (Ediciones Panóptico) de Daniel Salas. No hay mucho que decir de este libro que ya reseñamos, salvo agregar que es el libro ideal no solo para el que está entrampado en la etapa final de su tesis, sino también para el que planea empezar una.
33. El loco de Dios en el fin del mundo (Random House), de Javier Cercas. Leo a Javier Cercas casi con la devoción de un acólito. No hay uno solo de sus libros que me haya decepcionado. Por el contrario, cada uno tiene la virtud de consolidar esa devoción lectora. Este que ahora publica (y que ha cobrado notoriedad por la repentina muerte de su principal protagonista) es su retorno, su magnífico retorno al territorio donde Cercas es Dios y el resto polvo bajo sus pies: la no ficción. El ansiado retorno del novelista de lo real.
34. Retratos de jazz (Tusquets), de Haruki Murakami. El libro que todo ferviente lector de Murakami necesita para entender la cadencia, la musicalidad, ese ritmo que caracterizan a sus novelas y cuentos. Los 55 miniperfiles aquí reunidos son una lección de escritura: concisos, breves y endemoniadamente perfectos.
35. Escalera interior (Tusquets), de Almudena Grandes. Con todo la extraordinaria novelista que era Almudena Grandes, no me tiembla la mano decir que este libro que reúne sus artículos periodísticos terminara opacando a algunas de sus novelas. Hay en él textos que antes que artículos, se leen como cuentos, relatos de lo real. Un libro precioso.
36. Ética en la calle. Más #FiloRetos para la vida cotidiana (Ariel), de Eduardo Infante. Hay que decirlo claro: los libros de divulgación filosófica están de moda. Y como toda moda, hay de todo en ella: bueno, malo y mediocre. Lo excelente es lo que menos hay o se cuenta con los dedos de una sola mano. Los libros de Eduardo Infante están entre esos pocos. Esos pocos notables libros que hay que leer sí o sí.
37. Todos los vivos y los muertos. Personas que han hecho de la muerte su trabajo (Capitán Swing), de Hayley Campbell. El único libro de esta lista que no he podido leer ni revisar. ¿Cómo entonces puedo recomendarlo? Muy fácil: porque nada de lo que publica Capitán Swing es irrelevante; y, segundo, porque el tema de la muerte y de cómo nos relacionamos (o no) con ella siempre será atractivo, interesante para quien ama la vida. Así de sencillo.
38. Tan adorables. Miss Fallaci a la conquista de América (Alianza), de Oriana Fallaci. Una joyita de libro. Casi se puede decir que estos textos sobre las estrellas de Hollywood recobrados de los archivos periodísticos o rescatados del olvido nos muestran a una Fallaci antes de la Fallaci, antes de la periodista aguerrida y corresponsal de guerra que informó desde los frentes de batalla, a la entrevistadora que les ponía los puntos a las íes de sus entrevistados. Como dije, una delicia de libro.
39. Dos tardes con Franz Kafka (Alianza), de Manuel Vilas. El primero (o en todo caso, el mejor) de tres libros de una nueva colección de Alianza destinada a conocer la vida y obra de los grandes autores del pasado de la mano de sus colegas contemporáneos. Este de Kafka es una auténtica delicia. Escrita a modo de un diccionario sobre el escritor checo, se disfruta desde la primera línea. Un librito que es un librazo.
40. Vida de Leonardo (Alfaguara), de Carlo Vecce. Las pocas biografías que he leído de Leonardo no le hacían justicia. Casi escolares, se ceñían a la genialidad de su obra o a detalles escabrosos de su complicada existencia, obviando detalles o incursiones más profundas en la época que lo vio nacer (toda buena biografía es la biografía de una época). Esta viene a saldar la deuda que teníamos con Leonardo. Profusamente documentada, actualizada con las últimas investigaciones y descubrimientos, magníficamente escrita, una obra que raya en la biografía definitiva.
Reediciones:
41. Ximena de dos caminos (Lumen), de Laura Riesco. Publicada hace 30 años, convertida hoy en novela de culto, Ximena de dos caminos es un clásico contemporáneo por derecho propio. Una novela que recrea, desde la mirada infantil, dos universos enfrentados: el occidental y el andino. Pero por encima de todo, una hermosa novela.
42. El viaje interior (Peisa), de Iván Thays. Otra reedición conmemorativa que permite reencontrarnos con el gran narrador que es Iván Thays, con esa prosa pulida y elegante que en esta segunda novela suya desborda ampliamente. Realmente un acontecimiento editorial su reedición y para los que la leen por primera vez, una novedad que los vacunara contra la mala literatura o la comercial que tanto abunda.
43. Hudson el redentor (Seix Barral), de Diego Trelles. Otro reedición que celebramos. Una novela que la nueva generación descubrirá y encontrará en ella una sociedad completamente distinta a la actual, pero reconocible; y en donde los problemas que agobian a sus personajes son otros, pero la desazón, la desesperanza, la violencia, el mundo juvenil, son los mismos. Una de las llamadas novelas de aprendizaje mejor escritas en nuestra literatura.
44. La tentación del fracaso. Tomo I (1950-1978) (Seix Barral), de Julio Ramón Ribeyro. Ribeyro siempre será una buena noticia. Ya sea que se trate de antologías, reediciones o, como ocurrió el año pasado, de un inédito sorpresivo, cualquier noticia editorial sobre Ribeyro siempre será buena. Como esta: la reedición de sus Diarios, con portada y prólogos nuevos, que ya circula en nuestras librerías y que es una buenísima oportunidad para releerlo, descubrirlo o leer el que tal vez sea el libro más íntimo y personal de este gran autor peruano.
45. Historia de la guerra del Peloponeso (Crítica), de Tucídides. Una reedición que se hizo esperar. Se trata, si no de la mejor, de una de las mejores ediciones que hay de esta magnífica obra de la historiografía griega. Con Introducción, notas y traducción de Francisco Rodríguez Adrados, no hay edición (que yo sepa o conozca) que la supere. Una edición clásica de un clásico.
¡Qué tengan buenas lecturas! y ¡Feliz Día del Libro!
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